Este segmento
es un servicio social de yours trully
para el beneficio de ellos, pero sobre todo de ellas. La idea con esta entrada
es que se reduzcan los índices de comportamientos estúpidos por parte de los
aspirantes a novio o agarre que entorpecen el incremento de relaciones estables
y monogámicas, y generan extrema angustia y ansiedad innecesarias entre mis
congéneres.
Empecemos con
las malas noticias para ustedes chicos: No, ustedes no son el regalo de Dios en
la tierra. No importa qué les diga su mamá, no lo son. Es irrelevante si físicamente
son la copia al carbón de Robert Downey Jr, si tienen un super cargo en el que
les pagan millones o si han ganado el premio Nobel de la paz. El hecho es, que
nadie es un regalo de Dios para nadie y solo con esa idea uno puede entrar en
una relación sin destinarla al completo fracaso. Es cierto que muchas de
nosotras hemos tenido novios que parecen salidos de las cavernas, que hemos
aguantado largos períodos de soltería y abstinencia, tenemos terminadas,
divorcios e hijos de relaciones pasadas que de alguna manera nos marcan, que en
el fondo queremos encontrar a nuestra media naranja, y que de vez en cuando
soñamos despiertas con el color de ojos que tendrán nuestros eventuales hijos.
Pero eso no quiere decir que creamos que son la última Coca-Cola en el desierto
de nuestra vida amorosa, ni que cualquier encuentro amoroso o pasional que tengamos
con ustedes se realice con vistas a un matrimonio. Borren el “esa man muere por
casarse” de su cabeza. Las mujeres somos así, en general nos gusta el romance y
de vez en cuando nos preguntamos cómo sería una relación a largo plazo con un
interés amoroso actual, esto no debe confundirse con una obsesión patológica de
querer estar para siempre jamás con ustedes y menos contra su voluntad.
El momento
que ustedes asumen que una mujer con la que salen “solo piensa en casarse” la
relación empieza a ir cuesta abajo, por dos razones: La primera, es que ustedes
se sentirán presionados. Esta presión solo es resultado de una paranoia
generalizada entre los portadores del cromosoma Y que tiene que ver con el miedo
a que se les obligue o arrastre a una situación para la cual realmente no están
preparados. Lo cual tiene total sentido. Es cierto que muchas mujeres tienen “artimañas”
para enredar a los hombres y forzarlos a adquirir compromisos que realmente no
desean, pero créanme, ninguna mujer que se valora y se respeta querrá obligar a
un hombre a casarse sin estar listo, porque como les digo, nosotras somos
amantes del romance y la espontaneidad,
y el hecho de entrar a un matrimonio con una persona que no nos quiere
nos causa espeluzno. Dicho esto, también es importante aclarar que no querer
casarse no equivale a querer estar en relaciones desestructuradas o irrespetuosas;
en general buscamos relaciones estables con miras a construir una vida (larga o
corta) juntos, en un marco razonable de respeto y confianza. Si ustedes
empiezan a asumir que las llamadas, los detalles y las ganas de conocerlos más
equivalen a intentos de arrastrarlos al altar, se encontrarán inmediatamente apagando
el celular, e inventándose excusas dignas de muchachos de highschool para
evadir a la temida novia. (Tomen nota: pasados los 18, es inaceptable decirle a
una chica que no le llamaron porque su celular se quedó sin batería o que su
perro está con depresión. No hay nada que desate más la furia de una mujer que alguien
que pretenda insultarnos la inteligencia). Si ustedes no están preparados para una relación
seria, lo mejor (y lo único) que deben hacer es hablarlo con su levante de
turno. Ninguna mujer se ha muerto ni ha matado a nadie porque alguien le diga
de frente que no está listo para sentar cabeza, o que prefiere que sean solo sex
buddies estilo casual. La chica en cuestión valorará su honestidad y tendrá la
oportunidad de decidir si quiere continuar con una relación en esos términos o
si por el contrario, buscará algo más acorde con lo que quiere y necesita.
Honestidad ante todo, chicos.
Lo segundo es
que cuando uno asume que es un regalo de Dios para alguien su actitud hacia esa
persona cambia. Uno no está más en una relación en términos de igualdad, sino
que por el contrario mentalmente ha subido varios escalones sobre la otra
persona, resultado que creer que para nosotros son la última y única esperanza
para salir de la soltería. Y esto hace que ustedes desistan en la conquista y
dejen de ponerle ganas a ganar la atención de la chica. Lo que es peor, asumir
que la otra persona “se muere” por ustedes, les hará actuar de manera
arrogante, reduciendo los espacios que tienen para conocerse a conversaciones fatuas,
narcisistas y en ciertos casos hasta irrespetuosas. Porque en estas situaciones
ustedes asumen que ya tienen a la presa en la bolsa y no es necesario seguir más
en el papel de prince charming. Error. No hay forma más rápida de perder a una
mujer inteligente que haciendo una imitación barata de Jhonny Bravo.
Señores, el
hecho es que si quieren ganar a la chica, realmente deben ganársela. La
tecnología ha logrado acercarnos en cierto sentido; la comunicación por redes
sociales ha favorecido a los tímidos y facilita espacios para coqueteos
casuales y para “tantear el terreno”, pero no pueden esperar que el proceso de
conquista se reduzca a eso. Si les interesa una mujer, ya sea para pasar una
noche o el resto de su vida, deben efectivamente esforzarse para hacerle sentir
deseada. Y no me refiero al sentido sexual de la palabra. Si en los primeros
encuentros un hombre no da muestras de interesarse por la vida de la chica, si
habla de si mismo o solo espera ser elogiado por ella, si no tiene detalles, no
solo se está perdiendo una posible futura novia sino que hasta está
desperdiciando la oportunidad de un buen one night stand. Que en términos
masculinos, creo yo, es una perfecta estupidez.
Hasta para
agarrar hay que tener “game”, como dicen los gringos. Conocer al enemigo, como
diría Tzun Zu. Esfuércense por generar conversaciones medianamente
inteligentes, que sin ser confesiones de parte y parte sirvan para enterarse de
los intereses de la otra persona. Un mensajito de “buenos días preciosa” en la
mañana o “que duermas bien” al final del día no les cuesta absolutamente nada y
puede ser la diferencia entre un romance chévere y que no pase absolutamente
nada. Ustedes verán que es lo que más les conviene.
No se olviden
que con liberación femenina y todo seguimos siendo mujeres; hay roles
inevitables que subsisten en el sexo masculino como en el femenino, e ignorarlos
pone en riesgo la relación sino inmediatamente, seguro la afectará a largo
plazo. Ustedes tienen que asumir que son “el hombre de la relación”; tomar la
iniciativa, abrir la puerta del auto, invitar a su chica a restaurantes
románticos…más claro, armen el plan. No esperen que sea ella la que les busque,
les proponga, les saque a pasear, etc. Si ustedes dejan que una mujer se haga cargo de
todo esto, créanme, a la larga se sentirán psicológicamente “castrados” o simplemente
se aburrirán de que alguien haga todo el trabajo. Por otro lado, estos son los
detalles que nosotras identificamos como muestras de interés y afecto; si mi
prospecto no me llama, no me escribe, no planea momentos chéveres conmigo, no
me da espacios, no se preocupa por mi bienestar y mi comodidad, claramente no
quiere nada conmigo; ergo, no tiene sentido continuar en una relación así.
Las que hemos
tenido la mala suerte de toparnos con hombres emocionalmente mantenidos sabemos
de qué hablo. Los hombres que no le ponen ganas a la cita por los seis meses de
noviazgo le pondrán aún menos interés al embarazo o la llegada de un hijo, ni
se diga si la pareja cae con una enfermedad terminal o pasa algo de mayor
gravedad. Ninguna mujer pensante va a querer enredarse con una persona que pone sobre sus hombros el
éxito o fracaso de la relación, ni siquiera para pasar una noche de pasión
porque quién sabe si en la cama también nos endorsarán todo el trabajo a
nosotras. Cuando menos, teamwork.
A riesgo de
sonar a disco rayado, debo decirlo: Ustedes no son el regalo de Dios en la
Tierra y por lo tanto ninguna mujer se va a suicidar si ustedes, después de
evaluar la situación, llegan a la conclusión de que no quieren continuar
saliendo con la chica. Creánme, la diferencia entre mis ex novios con los que
tengo una buena relación y aquellos a quienes les deseo todo el mal es la
sinceridad con la que unos y otros han manejado el break up. No constestar el
teléfono, estar repentinamente “ a full” en la oficina, generar peleas de la
nada no sirve para solucionar el problema. Si no quieren seguir dateando,
díganlo de frente, asuman su parte de responsabilidad en la relación. En muchos
casos, las mujeres nos vemos enfrentadas a la incómoda situación de tener que
leer la mente del novio en fuga, interpretar estas señales y tomar una decisión
más basada en la intuición que en la honestidad de la contraparte. No hay nada
mejor para que una mujer les pierda el respeto que asumiendo la posición
cobarde de esconderse y hacerse negar en vez de terminar como gente decente la
relación. Con esto no solo perderán la oportunidad de volver a salir con la
chica en el futuro (uno nunca sabe) sino que posiblemente se ganarán una
enemiga, o en el mejor de los casos, una persona que los tenga en el concepto
de canalla, inamduro o cobarde. No se me ocurre nada más indigno que eso.
Finalmente,
si no supieron manejar la situación, y la relación terminó como lo describo
arriba (osea mal), deben asumir esto de manera valiente. No esperen que una
persona con la que no tuvieron la decencia de terminar sea su mejor amiga de la
noche a la mañana, o que continúe contestando sus llamadas y mensajes como que
nada ha pasado. Los hombres que se hacen los locos son despreciables. Como he
dicho, lo único peor que un canalla es un cobarde, si van a acercarse de nuevo
a la ex que sea 1. Para pedir perdón por no haber manejado la cosa bien y 2. Para
aclarar las cosas que quedaron en el aire. Es imposible tener una amistad o una
nueva relación cuando hay tantas cosas que no se dijeron. Fingir demencia ante
esta situación solo agrava el mal concepto en el que la chica seguramente ya
les tenía. Si todo falla, por lo menos asuman con dignidad el hecho de que, al
menos ante los ojos de ella, son unos perfectos canallas. No añadan “pussy” a
la lista de defectos que la ex seguramente compartirá con las amigas.
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