domingo, 15 de diciembre de 2013

Guía para ellos: Los inusuales dont´s del dating scene.



Este segmento es un servicio social de yours trully para el beneficio de ellos, pero sobre todo de ellas. La idea con esta entrada es que se reduzcan los índices de comportamientos estúpidos por parte de los aspirantes a novio o agarre que entorpecen el incremento de relaciones estables y monogámicas, y generan extrema angustia y ansiedad innecesarias entre mis congéneres.
Empecemos con las malas noticias para ustedes chicos: No, ustedes no son el regalo de Dios en la tierra. No importa qué les diga su mamá, no lo son. Es irrelevante si físicamente son la copia al carbón de Robert Downey Jr, si tienen un super cargo en el que les pagan millones o si han ganado el premio Nobel de la paz. El hecho es, que nadie es un regalo de Dios para nadie y solo con esa idea uno puede entrar en una relación sin destinarla al completo fracaso. Es cierto que muchas de nosotras hemos tenido novios que parecen salidos de las cavernas, que hemos aguantado largos períodos de soltería y abstinencia, tenemos terminadas, divorcios e hijos de relaciones pasadas que de alguna manera nos marcan, que en el fondo queremos encontrar a nuestra media naranja, y que de vez en cuando soñamos despiertas con el color de ojos que tendrán nuestros eventuales hijos. Pero eso no quiere decir que creamos que son la última Coca-Cola en el desierto de nuestra vida amorosa, ni que cualquier encuentro amoroso o pasional que tengamos con ustedes se realice con vistas a un matrimonio. Borren el “esa man muere por casarse” de su cabeza. Las mujeres somos así, en general nos gusta el romance y de vez en cuando nos preguntamos cómo sería una relación a largo plazo con un interés amoroso actual, esto no debe confundirse con una obsesión patológica de querer estar para siempre jamás con ustedes y menos contra su voluntad.
El momento que ustedes asumen que una mujer con la que salen “solo piensa en casarse” la relación empieza a ir cuesta abajo, por dos razones: La primera, es que ustedes se sentirán presionados. Esta presión solo es resultado de una paranoia generalizada entre los portadores del cromosoma Y que tiene que ver con el miedo a que se les obligue o arrastre a una situación para la cual realmente no están preparados. Lo cual tiene total sentido. Es cierto que muchas mujeres tienen “artimañas” para enredar a los hombres y forzarlos a adquirir compromisos que realmente no desean, pero créanme, ninguna mujer que se valora y se respeta querrá obligar a un hombre a casarse sin estar listo, porque como les digo, nosotras somos amantes del romance y la espontaneidad,  y el hecho de entrar a un matrimonio con una persona que no nos quiere nos causa espeluzno. Dicho esto, también es importante aclarar que no querer casarse no equivale a querer estar en relaciones desestructuradas o irrespetuosas; en general buscamos relaciones estables con miras a construir una vida (larga o corta) juntos, en un marco razonable de respeto y confianza. Si ustedes empiezan a asumir que las llamadas, los detalles y las ganas de conocerlos más equivalen a intentos de arrastrarlos al altar, se encontrarán inmediatamente apagando el celular, e inventándose excusas dignas de muchachos de highschool para evadir a la temida novia. (Tomen nota: pasados los 18, es inaceptable decirle a una chica que no le llamaron porque su celular se quedó sin batería o que su perro está con depresión. No hay nada que desate más la furia de una mujer que alguien que pretenda insultarnos la inteligencia). Si  ustedes no están preparados para una relación seria, lo mejor (y lo único) que deben hacer es hablarlo con su levante de turno. Ninguna mujer se ha muerto ni ha matado a nadie porque alguien le diga de frente que no está listo para sentar cabeza, o que prefiere que sean solo sex buddies estilo casual. La chica en cuestión valorará su honestidad y tendrá la oportunidad de decidir si quiere continuar con una relación en esos términos o si por el contrario, buscará algo más acorde con lo que quiere y necesita. Honestidad ante todo, chicos.
Lo segundo es que cuando uno asume que es un regalo de Dios para alguien su actitud hacia esa persona cambia. Uno no está más en una relación en términos de igualdad, sino que por el contrario mentalmente ha subido varios escalones sobre la otra persona, resultado que creer que para nosotros son la última y única esperanza para salir de la soltería. Y esto hace que ustedes desistan en la conquista y dejen de ponerle ganas a ganar la atención de la chica. Lo que es peor, asumir que la otra persona “se muere” por ustedes, les hará actuar de manera arrogante, reduciendo los espacios que tienen para conocerse a conversaciones fatuas, narcisistas y en ciertos casos hasta irrespetuosas. Porque en estas situaciones ustedes asumen que ya tienen a la presa en la bolsa y no es necesario seguir más en el papel de prince charming. Error. No hay forma más rápida de perder a una mujer inteligente que haciendo una imitación barata de Jhonny Bravo.
Señores, el hecho es que si quieren ganar a la chica, realmente deben ganársela. La tecnología ha logrado acercarnos en cierto sentido; la comunicación por redes sociales ha favorecido a los tímidos y facilita espacios para coqueteos casuales y para “tantear el terreno”, pero no pueden esperar que el proceso de conquista se reduzca a eso. Si les interesa una mujer, ya sea para pasar una noche o el resto de su vida, deben efectivamente esforzarse para hacerle sentir deseada. Y no me refiero al sentido sexual de la palabra. Si en los primeros encuentros un hombre no da muestras de interesarse por la vida de la chica, si habla de si mismo o solo espera ser elogiado por ella, si no tiene detalles, no solo se está perdiendo una posible futura novia sino que hasta está desperdiciando la oportunidad de un buen one night stand. Que en términos masculinos, creo yo, es una perfecta estupidez.
Hasta para agarrar hay que tener “game”, como dicen los gringos. Conocer al enemigo, como diría Tzun Zu. Esfuércense por generar conversaciones medianamente inteligentes, que sin ser confesiones de parte y parte sirvan para enterarse de los intereses de la otra persona. Un mensajito de “buenos días preciosa” en la mañana o “que duermas bien” al final del día no les cuesta absolutamente nada y puede ser la diferencia entre un romance chévere y que no pase absolutamente nada. Ustedes verán que es lo que más les conviene.
No se olviden que con liberación femenina y todo seguimos siendo mujeres; hay roles inevitables que subsisten en el sexo masculino como en el femenino, e ignorarlos pone en riesgo la relación sino inmediatamente, seguro la afectará a largo plazo. Ustedes tienen que asumir que son “el hombre de la relación”; tomar la iniciativa, abrir la puerta del auto, invitar a su chica a restaurantes románticos…más claro, armen el plan. No esperen que sea ella la que les busque, les proponga, les saque a pasear, etc.  Si ustedes dejan que una mujer se haga cargo de todo esto, créanme, a la larga se sentirán psicológicamente “castrados” o simplemente se aburrirán de que alguien haga todo el trabajo. Por otro lado, estos son los detalles que nosotras identificamos como muestras de interés y afecto; si mi prospecto no me llama, no me escribe, no planea momentos chéveres conmigo, no me da espacios, no se preocupa por mi bienestar y mi comodidad, claramente no quiere nada conmigo; ergo, no tiene sentido continuar en una relación así.
Las que hemos tenido la mala suerte de toparnos con hombres emocionalmente mantenidos sabemos de qué hablo. Los hombres que no le ponen ganas a la cita por los seis meses de noviazgo le pondrán aún menos interés al embarazo o la llegada de un hijo, ni se diga si la pareja cae con una enfermedad terminal o pasa algo de mayor gravedad. Ninguna mujer pensante va a querer enredarse  con una persona que pone sobre sus hombros el éxito o fracaso de la relación, ni siquiera para pasar una noche de pasión porque quién sabe si en la cama también nos endorsarán todo el trabajo a nosotras. Cuando menos, teamwork.
A riesgo de sonar a disco rayado, debo decirlo: Ustedes no son el regalo de Dios en la Tierra y por lo tanto ninguna mujer se va a suicidar si ustedes, después de evaluar la situación, llegan a la conclusión de que no quieren continuar saliendo con la chica. Creánme, la diferencia entre mis ex novios con los que tengo una buena relación y aquellos a quienes les deseo todo el mal es la sinceridad con la que unos y otros han manejado el break up. No constestar el teléfono, estar repentinamente “ a full” en la oficina, generar peleas de la nada no sirve para solucionar el problema. Si no quieren seguir dateando, díganlo de frente, asuman su parte de responsabilidad en la relación. En muchos casos, las mujeres nos vemos enfrentadas a la incómoda situación de tener que leer la mente del novio en fuga, interpretar estas señales y tomar una decisión más basada en la intuición que en la honestidad de la contraparte. No hay nada mejor para que una mujer les pierda el respeto que asumiendo la posición cobarde de esconderse y hacerse negar en vez de terminar como gente decente la relación. Con esto no solo perderán la oportunidad de volver a salir con la chica en el futuro (uno nunca sabe) sino que posiblemente se ganarán una enemiga, o en el mejor de los casos, una persona que los tenga en el concepto de canalla, inamduro o cobarde. No se me ocurre nada  más indigno que eso.
Finalmente, si no supieron manejar la situación, y la relación terminó como lo describo arriba (osea mal), deben asumir esto de manera valiente. No esperen que una persona con la que no tuvieron la decencia de terminar sea su mejor amiga de la noche a la mañana, o que continúe contestando sus llamadas y mensajes como que nada ha pasado. Los hombres que se hacen los locos son despreciables. Como he dicho, lo único peor que un canalla es un cobarde, si van a acercarse de nuevo a la ex que sea 1. Para pedir perdón por no haber manejado la cosa bien y 2. Para aclarar las cosas que quedaron en el aire. Es imposible tener una amistad o una nueva relación cuando hay tantas cosas que no se dijeron. Fingir demencia ante esta situación solo agrava el mal concepto en el que la chica seguramente ya les tenía. Si todo falla, por lo menos asuman con dignidad el hecho de que, al menos ante los ojos de ella, son unos perfectos canallas. No añadan “pussy” a la lista de defectos que la ex seguramente compartirá con las amigas.